¿Qué síntomas tiene el paciente con colitis ulcerosa?

Introducción
Las enfermedades inflamatorias crónicas intestinales (abreviaturas comunes: EII o
IBD) son un grupo de trastornos intestinales, de origen desconocido, que causan
ulceraciones e inflamación de diversas áreas del intestino. La mayor parte de los
casos pueden clasificarse como Colitis Ulcerosa (CU) o Enfermedad de Crohn
(EC); aunque a menudo escuchará o leerá términos menos precisos para referirse a
ellas como colitis, enteritis, proctitis, ileitis, yeyunitis etc.
La Colitis Ulcerosa (CU) se denomina así porque afecta al colon y porque las
úlceras eran su característica más típica en los estudios radiológicos con los que se
diagnosticaba la enfermedad hace años. Sólo afecta al colon (si exceptuamos
algunas manifestaciones extraintestinales), aunque en un pequeño porcentaje de
pacientes puede haber leves lesiones del ileon terminal. La extensión de las lesiones
es variable, y según la misma se habla de proctitis (se afecta sólo el recto),
proctosigmoiditis (se afecta el recto y el colon sigmoide), colitis izquierda (recto,
sigma, colon descendente hasta ángulo esplénico), colitis extensa (hasta ángulo
hepático), o pancolitis (se afecta todo el colon). En la gran mayoría de los casos la
lesión es continua desde el ano hasta el límite superior afectado; aunque
recientemente se han descrito formas segmentarias.

¿Qué síntomas tiene?
Los síntomas más frecuentes son la rectorragia (emisión de sangre por el ano), y la
diarrea, acompañados de dolor abdominal (que no suele ser intenso), y a menudo
fiebre (que tampoco suele ser llamativa salvo en los casos graves). A menudo, al
estar afectado el recto, la rectorragia se acompaña de molestias al defecar,
que incluyen malestar anal, sensación de defecación incompleta, urgencia en la
defecación etc. No es nada infrecuente, particularmente cuando se afecta el lado
izquierdo del colon, que el paciente tenga estreñimiento, aunque tenga que ir varias
veces al baño para expulsar "pujos" de sangre y moco (técnicamente pseudodiarrea).

¿Qué causa o causas determinan la aparición de la enfermedad?
Es una enfermedad causada por un trastorno inmunológico en el organismo, aunque
desconocemos qué determina la aparición de este trastorno. Existen bastantes
indicios que indican que existe una cierta predisposición genética, pero son
necesarios factores ambientales todavía no bien conocidos. Afecta a ambos sexos,
apareciendo sobre todo entre los 15 y 30 años de edad, aunque puede comenzar a
cualquier edad. Curiosamente, el tabaco disminuye la incidencia de esta
enfermedad, aunque su efecto global sobre la salud es deletéreo incluso en este
caso.

¿Cómo se diagnostica esta enfermedad?
Cuando por la clínica el médico sospecha la presencia de una CU deben hacerse dos
cosas: a) excluir la presencia de una enfermedad infecciosa, lo cual es importante
sobre todo en los primeros brotes y especialmente si son graves; mediante cultivos
de heces y a veces estudios serológicos (y descartar parasitosis sobre todo en zonas
endémicas); y b) confirmar la presencia de lesiones típicas mediante una
colonoscopia en la que no sólo se comprueba el aspecto de la mucosa, sino que,
además, se toman muestras para el estudio histológico. A menudo se necesitan otras
exploraciones para valorar las complicaciones o la extensión, pero la fundamental
para establecer el diagnóstico es la endoscopia.

¿Qué tratamiento tiene?
Existen diversas opciones de tratamiento que incluyen fármacos con efecto
antiiflamatorio local (salazopirina, y los diversas formulaciones de mesalazina: en
nuestro país Claversal ®, Lixacol ®, y Pentasa ®, Rasal ®); corticoides
(Prednisona, Dacortin ®, Urbason ®, Entocord ®); inmunosupresores (Imurel ®,
Mercaptopurina; Ciclosporina: Sandinmun Neoral ®); y antibióticos. Algunos de
estos fármacos pueden administrarse por vía oral o rectal, lo cual resulta
especialmente adecuado en las formas distales de la enfermedad (como la
Mesalazina o la Budesonida); otros sólo por vía oral o intravenosa.
Básicamente se distinguen fases de actividad, en las cuales es preciso un tratamiento
más activo, que en los casos graves incluye el ingreso hospitalario; y las fases
quiescentes (sin actividad clínica), en las cuales el paciente DEBE continuar
recibiendo tratamiento de mantenimiento, para disminuir las recaídas.
La cirugía cura la colitis ulcerosa, mediante la extirpación completa del colon,
estando indicada en los casos más graves, particularmente si no hay respuesta
adecuada al tratamiento médico. Aunque se extirpe el colon, en muchas ocasiones
se puede reconstruir la continuidad con el ano, mediante una técnica especial
denominada anastomosis ileoanal con reservorio; aunque a veces es preciso colocar
una bolsa en el abdomen con un ano artificial.

¿Puede la dieta controlar la Colitis Ulcerosa?
No. En determinadas circunstancias es necesario cambiar la nutrición y utilizar
nutrición enteral o incluso parenteral, pero la dieta no modifica la evolución de la
enfermedad a largo plazo. Con relativa frecuencia el paciente recibirá mensajes
publicitarios o procedentes de amigos o de páginas web que le sugerirán la
existencia de una "dieta milagro" para curar esta enfermedad. Esta dieta
simplemente no existe.

¿Es una enfermedad rara?
No. Aproximadamente 10 de cada 100.000 personas son diagnosticadas de colitis
ulcerosa en España, cada año. Eso quiere decir que en una ciudad de tamaño medio
(200.000 habitantes) cada año hay 20 nuevos casos, y probablemente hay unos 400
pacientes con este trastorno. Es una enfermedad muy bien conocida por los
médicos, especialmente por los gastroenterólogos, y en la mayoría de los grandes
hospitales hay (o se están creando) Unidades para el control de esta enfermedad.

¿Es contagiosa?
No

¿Se la trasmitiré a mi hijo/a?
No. Aunque los hijos tendrán alguna posibilidad más de tener la enfermedad que la
que cabría esperar por azar, en la mayoría de los casos no padecerán la enfermedad.
Este diagnóstico no debe condicionar en absoluto la decisión de tener o no hijos.

*Información facilitada por GETECCU para pacientes con colitis ulcerosa