Páncreas y vías biliares

El páncreas es un órgano alargado, de aproximadamente 15-20 cm de largo, que se encuentra situado en la parte más profunda del abdomen, por detrás del estómago. El páncreas juega dos papeles muy importantes para el organismo. El primero es regular el metabolismo de los azúcares gracias a la producción de insulina. El segundo, el que interesa para el tubo digestivo, es producir el jugo pancreático, que se vierte en el duodeno, la primera parte del intestino delgado, junto a la bilis. El jugo pancreático contiene bicarbonato y varias enzimas. El bicarbonato neutraliza el ácido del estómago y evita que se produzca lesiones. Las enzimas producidas por le páncreas son muy potentes y son capaces de digerir los azúcares, los péptidos y las grasas en sus componentes más pequeños, que pueden ser absorbidos por las células de la superficie intestinal.

Las vías biliares son los conductos que conectan el hígado con el intestino delgado y transportan la bilis que se se produce en el hígado. La vesícula es como un pequeño saco que se encuentra a la mitad de la vía biliar. La principal misión de la vesícula es acumular la bilis producida por el hígado y enviarla hacia el intestino cuando es más conveniente para la digestión. Para ello, la vesícula está normalmente relajada para retener en su interior la bilis y cuando comemos, se produce un reflejo que hace que se contraiga para expulsar todo su contenido hacia el intestino.